jueves, 18 de junio de 2020
miércoles, 10 de junio de 2020
RETOS DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA NO PRESENCIAL A LA LUZ DE LA MODIFICATORIA DEL ARTÍCULO 47 DE LA LEY UNIVERSITARIA
RETOS DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA NO
PRESENCIAL A LA LUZ DE LA MODIFICATORIA DEL ARTÍCULO 47 DE LA LEY UNIVERSITARIA
Autora:
Grisell Rojas López
Egresada de Derecho. Universidad
Nacional del Altiplano.
No existe duda alguna que, el incremento del uso de nuevas tecnologías está
transformando la humanidad. Sólo debemos retroceder al siglo XVIII y comparar
la revolución industrial con la revolución tecnológica que día a día avanza vertiginosamente.
En el ámbito de la información, ningún ser
humano puede competir con las máquinas. En la actualidad, son pocas las
personas que, en edad formativa, no tienen un smartphone o
teléfono inteligente, el cual es empleado para un sinfín de cosas como: escuchar
música, leer textos, revisar correos, usar redes sociales, tomar fotografías,
consultar ubicación e incluso, recorrer ciudades de manera virtual.
El
Estado peruano a consecuencia de la pandemia del Covid-19, implementó cambios significativos en la educación con el empleo de la tecnología informática,
para así cumplir sus objetivos. Tenemos que para la Educación Básica Regular,
se implementó el uso de programas como: “Aprendo en Casa”, “Perú Educa”,
plataformas digitales de videoconferencia y otras. Mientras que para la
Educación Superior y Universitaria, aún está en proceso de adaptación para cumplir
con el fin de brindar una educación digital de calidad.
El 10 de mayo de 2020, el Poder Ejecutivo emitió el Decreto Legislativo
Nº 1496 que modifica el artículo 47 de la Ley Nº 30220, en el que indica las
modalidades del dictado de clases, entre las cuales está la modalidad no
presencial o a distancia;
caracterizada por la interacción, simultánea o diferida, entre
estudiantes y docentes a través de medios tecnológicos que propician el
aprendizaje autónomo. Se
señala asimismo que todas las modalidades a distancia deben cumplir condiciones
básicas de calidad que aseguren una adecuada prestación del servicio
educativo.
Ahora bien, una educación de calidad requiere de una permanente
actualidad, independiente de la modalidad educativa que se emplee para su uso,
ya sea de forma presencial o virtual. En el caso de la modalidad virtual (e-learning),
la calidad en la educación, depende de diferentes factores con interacciones
complejas para poder satisfacer las necesidades personales y sociales como
resultado del aprendizaje.
En tanto, las
consecuencias de la pandemia, necesariamente, obligan a implementar el
aislamiento social; sin
embargo, como toda crisis, esta supone también una
oportunidad. En ese sentido, es la ocasión ideal para revolucionar la docencia
universitaria por medio del uso de la tecnología actual y la que se
desarrollará. Esta transformación de paradigma nos supone lo siguiente:
Estamos enfrentándonos a nuevos retos. El primero es adecuarnos al nuevo entorno, lo que supone
un desafío para los profesores, no
solamente para los mayores en edad que deben ceñirse a la transformación
digital, pues de lo contrario, supondría el cese de la actividad en tanto no
logren adaptarse al cambio; sino, también, será primordial la obtención de
herramientas metodológicas digitales a
implementar. Un ejemplo es la Universidad Nacional del Altiplano que promueve
la capacitación de docentes con una variedad de módulos y el Programa de
Capacitación sobre el Uso de Aulas Virtuales dirigido a docentes.
El segundo reto es dejar en el pasado el
arqueotipo de maestro orientado a
la transmisión de datos, y abrir las puertas a los algoritmos que podrán
realizar aquella labor, como por ejemplo, analizar el tema de adopción con un
centenar de videos, glosas de especialistas y una presentación interactiva. La nueva docencia comienza ahora, la
realidad nos la impone.
Un tercer reto es dar mayor importancia a los estudios prospectivos, es
decir, identificar las señales e indicios y tomar acción desde ahora. El rol
que deben cumplir los estudiantes en la educación virtual es esencial, debemos
dejar de lado el modelo estereotipado de que ser joven implica no tener interés
en la aplicación estratégica de material tecnológico para el proceso educativo.
Un cuarto reto es la concentración que deben mantener tanto estudiantes
y profesores durante el uso de las aulas virtuales. El ordenador deja de ser un
instrumento de recreación y ocasionalmente de trabajo, y se ha convertido en el
principal mecanismo. Así, quienes están con sus familias, tendrán que coordinar
con su entorno para poder acceder
a un espacio adecuado para el estudio.
El quinto reto es la retro-alimentación del conocimiento. Desarrollar
habilidades de comprensión lectora y proceso verbal de ideas, será
indispensable para quien quiera tener una oportunidad en el mercado laboral del
futuro, caracterizado, cada vez más, por la importancia del saber. La reflexión y el debate a partir de lecturas,
videos y trabajos será ahora la parte más importante del proceso de aprendizaje.
En definitiva, los docentes ―especialmente los
universitarios―, serán quienes estructuren las columnas básicas de la actividad y promuevan el desarrollo de habilidades blandas y el
liderazgo. Es decir, deben fijar los estándares éticos dentro de los que
se desenvuelve toda disciplina. En ese sentido, el desafío primordial es mantener un nivel educativo de calidad que
permita tener bajo control la inteligencia artificial sin renunciar a ser
quienes fijemos el rumbo, desarrollando límites en comprender los retos y
superarlos para revolucionar la docencia universitaria.